Porque ir al cine a espantarse parte III
En el articulo pasado dimos cuenta de cómo a mediados de los 70’s el cine de horror tuvo un vuelco, a nadie lo espantan monstruos clásicos como Drácula o la Momia, las producciones de Universal Pictures cayeron en la parodia y en el olvido, actores notables como Bela Lugosi murieron en la pobreza y el abandono; la productora inglesa Hammer que durante los 50’s y 70’s reavivo la llama que perdió Universal con sus monstruos con versiones más escandalosas de Frankenstein y Drácula empezaba a caer en clichés y excesos referentes al tono sexual de sus películas, quitándole mucha calidad a ellas, llevando a la productora al mismo destino que la Universal por ahí de mediados de los setenta . Pero el cine de horror ya maduro surge en 1968 con la noche de los muertos vivientes de George A. Romero y es que Romero no solo crea al Zombie moderno tal y como lo conocemos alejado del estereotipo vudú, si no que su cinta, sienta las bases para hacer cine de horror en las próximas décadas, como por ejemplo el crear una cinta con calidad a base de un ínfimo presupuesto en un mínimo de tiempo, personajes mas humanos y creíbles, ya que los personajes de Romero están asentados en escenarios rurales combinando la trama con un blanco y negro que en lugar de entorpecer la película le recrea cierto aire documental de verosimilitud. Ya lo comenta el especialista Jesús Palacios en su libro “La plaga de zombies y otros relatos de muertos vivientes”, Romero crea una mitología tan atrayente para copiar y manufacturar en un sin fin de historias, tanto como la de Tolkien, es una mitología tan sencilla pero implica muchas cosas, uno grupo de tipos comunes son arrebatados de su cotidianidad para refugiarse y sobrevivir de un gran peligro exterior y muchas veces ellos mismos contribuirán con su autodestrucción ; como nos dice Palacios, Romero es el inventor del “Survivor Horror”, una temática tan usada desde entonces en el cine de horror, que se centra mas en las acciones de supervivencia de los pobres diablos que les tocarán sortear infinidad de peligros, desde zombies en el caso de Romero o vampiros, a el amanecer del genial Robert Rodríguez, o también mutantes locos como en el “Hombre Omega” de Boris Sagal, basada en la ya clásica novela apocalíptica “Soy Leyenda” de Richard Matheson ,de hecho esta novela es el arco principal para la inspiración de Romero para crear la noche de los muertos vivientes; los elementos del “Survivor horror” que usa Romero son tan socorridos por los cineastas que no solo el cine de horror los usa si no también otros géneros como en la cinta de acción y suspenso de John Carpenter masacre en la comisaría 13 en donde los últimos miembros de un escuálido escuadrón de policía, se refugian en la maltrecha comisaría 13 del fiero ataque de unos Punks enloquecidos que quieren liberar a uno de sus compañeros, el desenlace es inesperado y como en “La noche de los muertos vivientes” los que se refugian del peligro externo causan su propia desgracia demostrando así lo cruel y obscura que es la naturaleza humana bajo presión, y los actos viles que puede cometer un ser humano normal por el acto de sobrevivir .
Los elementos ya comentados, fundados por la cinta de Romero serán retomados por varios cineastas, en 1979; Tobe Hooper nos entrega una película que al igual que la de Romero esta hecha con un ínfimo presupuesto y con una atmósfera de cine documental me refiero a “La Masacre de Texas” que nos lega a el monstruo mas impactante de la modernidad, por su deformidad no física, si no moral y espiritual, el asesino en serie, el impacto de este ser es porque ya no es un no muerto o ser sobrenatural es un simple humano, tan parecido a nosotros pero a la vez tan alejado, por sus abominables actos, Hooper junto con otros directores debutantes como Wes Craven (Papa de Freddy Kruger) con sus “Las colina tienen ojos” y “La última casa de la izquierda” todas de los 70’s, nos entregan un retrato de esa sociedad norteamericana tan alejada del glamour y status quo, esos grupos marginales en parajes del “Bayou” pantanoso o de provincias desérticas, esa América gótica productora de los mas viles seres capaces de matar e inclusive comerse a su prójimo americano, que no son mas que el reflejo de casos reales como Ted Bundy o Ed Gein, este tipo de cine nos lleva a una reflexión muy profunda en donde se cuestiona si realmente la marginalidad y pobreza de estos escenarios llevan al nacimiento de estos individuos o simplemente son el producto de la fracturada sociedad americana, con su guerra de Vietnam, su consumismo desbordado y su corrupción moral, una América que lleva el record de asesinos seriales en el mundo, una América en donde varios chicos han organizado tiroteos en contra de sus compañeros de escuela y todo porque en ese país es tan sencillo comprar armas como si de zapatos se tratase, por eso durante las siguientes décadas el asesino serial será el rey indiscutible del cine de horror, para que durante los 90’s goce de un prestigio tan alto como el de un superhéroe a y si no me creen acérquense a ver cintas como “El silencio de los inocentes” o “Psicópata americano”; en el caso de “El silencio de los inocentes” el Dr. Aníbal Lecter ya no es un pueblerino mugroso con mascara de cuero, es culto refinado, muy hábil e incluso es un tipo que puede ayudar al FBI, claro tiene un pequeñito problema, es caníbal; en el caso de “Psicópata americano” se retratan las andanzas de un hijo del “American Dream” un ejecutivo yuppi de “Wall-Street” que lo tiene todo, mujeres, dinero, auto, un lujoso departamento, pero algo hace falta, algo que llene el hueco existencial, así que nuestro amigo se dedica a asesinar prostitutas y vagabundos por las noches de las maneras mas sádicas posibles, una cruda metáfora de las verdades del exceso de poder, cosa que parece ser de mucho agrado a la sociedad de nuestro vecino país (cuando hablamos de asesinato y exceso de poder no se les viene a la mente el nombre del ex-presidente George W. Bush); otro fenómeno que acompaña al cine principalmente de asesinos seriales, es la entrada de uno de los públicos con mayor demanda del cine de horror, los jóvenes; durante los 80’s, cintas como Halloween o Viernes 13 que recrean las andazas de grupos de adolescentes envueltos en fiestas donde hay sexo y alcohol al por mayor, tienen que defenderse del ataque del asesino serial en turno, muchas veces estos asesinos son muy interesantes o cautivadores como Michel Myers de Halloween o Freddy de “Pesadilla en la calle Elm”, claro, pero no podemos dejar de sufrir por la torpeza y aveces malas actuaciones de sus coprotagonistas “teenegers” no es hasta 1996 con la película “Scream” de Wes Craven que se hace una critica y revisión muy inteligente y bastante divertida, claro a un seguimos teniendo el ciclo del cual Norma Lazo nos habla y que comente en los artículos anteriores, el cine de horror tiene un inicio, después un auge, después un decaimiento que termina con la parodia, a continuación viene la deconstrucción y crítica que dan nuevos aires al género, en el caso del cine de adolescentes y asesinos seriales Scream fue la que generó la critica y deconstrucción tildando y cuestionando las reglas o clichés que hicieron famoso al género durante los ochentas.
Hoy en día los asesinos en serie siguen gozando de popularidad bajo una nueva modalidad la de el juego de tortura, películas como las de la saga “Saw”, “Hostal” o la española “Tesis” muestran una realidad voyeurista en donde el asesino nos deja ser participes como espectadores de sus fechorías en donde las muertes son cada vez mas elaboradas y dejan a la victima, antes de morir, en un sufrimiento agónico por el cual se regodea el asesino, pero porque hemos llegado a este extremó de muy mal gusto para muchos y algo enfermizo para otros, algunos especialistas como el director John Carpenter en el documental “Monster Land” afirma que después del 11 de septiembre, los medios transmitieron sin medias tintas una serie de fotos de soldados americanos torturando prisioneros de la guerra de Irak, mostrándonos en la cara de los torturadores jubilo y alegría, mostrando una cara a la humanidad de la cual muchos niegan que pueda existir, estos hechos son claro reflejó en la pantalla de nuestros más sádicos y bajos instintos como especie, puede ser o tal vez no, eso se los dejo de tarea a ustedes. Los vampiros y hombres lobo criaturas de envergadura mítica en antaño hoy en día están muertas en sentido literal en el cine de horror, bajo el ego de jovencitas que creen en Edward Cullen, su fallido y ficticio “Príncipe Azul”; durante los 80’s estas criaturas tuvieron un digno y prometedor regreso sobre todo los hombres lobo con películas como “Aullido” de Joe Dante (papá de gizmo y los gremnlins) y “Hombre lobo americano en Londres” de John Landies, por su parte, los vampiros nos deleitaron con “Fright night” de Tom Holland y “The lost boys” de Joel Schumaher a partir de los 90’s lo mas rescatable es la “Entrevista con el Vampiro” de Neil Jordan y de ahí para el fin de siglo no habrá mas, salvo pequeñas y valientes excepciones como “30 días de noche” basada en el comic de Steve Niles y los fieros y temibles licántropos de “Dog soldiers” de el ingles y muy competente Neil Marshal, también otros licántropos no tan fieros pero igual de inquietantes son los de la saga de “Ginger Snap”.
Para los que creían que no iba responder la pregunta que dio inicio a este articulo de tres partes, bueno esta breve y humilde historia del cine de horror es parte de esa respuesta y sencillamente el cine de horror es necesario para nosotros, no es tal vez como algunos dirán, necesario como las montañas rusas o los deportes extremos en donde se pone a prueba nuestras descargas de adrenalina que nos generan un turbio y extraño placer, o que nos dan la oportunidad de enfrentar nuestros miedos de una manera segura y confortable, tal vez estos argumentos sean parte de la ecuación del por qué nos gusta el cine de horror pero el más fuerte es que al igual que los demás géneros cinematográficos, la literatura o la televisión es parte de nuestra historia, claro una historia de nuestro lado oscuro, de nuestra peor faceta como seres humanos, de lo que no nos agrada como especie, nuestros miedos e incertidumbres, acerca de la muerte, el futuro y lo divino, de nuestros actos irracionales, de nuestra violencia como especie, del racismo de nuestra intolerancia, todo esto es parte de la historia que nos constituye y el que lo niegue en verdad no conoce que es la historia, nos vemos hasta al próximo articulo y vean cine.