¿Por qué debe asustarme un Zombie? (1)
Los Integrantes de “Los Perros de Tíndalos” hemos asistido a ver la obra de teatro “Zombiecentenario” de el director de teatro gótico Eduardo Ruiz Saviñon , una obra lo bastante peculiar que por la combinación de elementos cómicos, trágicos y críticos, tiene los componentes suficientes para atraer no solo a los amantes de los zombis o zombies (de las dos formas es correcto) si no al publico en general, Saviñon rescata los elementos del zombi moderno creado por Romero y nos lo retrata en forma de una ficticia invasión a la ciudad de México en plenas celebraciones del bicentenario haciendo evidencia de los problemas caóticos que vive esta ciudad en donde a pesar de estar rodeados de corrupción, narcotráfico, violencia y medios de comunicación obsoletos; seguimos celebrando como si no pasara nada, el zombi que concibió romero refleja estas discordancias sociales que son muy bien manejadas en la obra de Eduardo; así que por ende el tema que ahora trataremos es sobre la historia, orígenes y transformaciones de esta criatura el zombi.
Imagínense, por un momento, que están acomodados placidamente en sus cómodos sillones de casa viendo el noticiario en turno, contemplando bien seguritos en sus cubiles, que ese caos que se ve en las noticias que esa violencia sin sentido no los puede llegar a tocar porque solo esta reflejada en ese pequeño receptor a color, de repente oyen unos ruidos inarticulados que van creciendo en intensidad atrás de su puerta se levantan a revisar ¿Qué puede ser?, abren la puerta con curiosidad y de repente tiene de 20 a 50 individuos que lo único que quieren es morder su carne y transformarlos en uno de ellos, en parte de la masa hambrienta, sin sentimientos, sin raciocinio , sin alma sólo hambre, sólo consumir por consumir, sin objetivo sin sentido, en esa masa que nos ataca, entre esa masa están tal vez sus hijos, su vecino, su dentista, el tipo al que vio de camino al trabajo, sus conocidos que parecen distantes por la rabia y putrefacción pero al final de cuentas siguen siendo sus pares, sus iguales, no tenemos que ir a un viejo castillo para encontrarnos con ellos como en Drácula o esperar hasta luna llena como el hombre lobo, el zombi invade nuestras sociedades modernas dejándonos una cruel fábula moral, “nosotros somos ellos” aquella masa amorfa sin rumbo que consume y consume hasta que su putrefacta existencia se lo permita. Pero no siempre fue así; los orígenes del zombi como monstruo moderno carecen de un padre literario como drácula de Stocker o la criatura si nombre del Frakenstein de Mary Shelley, el zombi se origina en el mito y folklore afro caribeño, en la noche de los campos de caña de azúcar haitianos en donde se creía que el poder de una religión que podía devolverle a la vida a los muertos el “vudú.
Las primeras noticias que tenemos acerca del zombi nos llegan a trabes de escritos como los del viajero y periodista William Seabrook en su libro “La Isla Mágica” de 1929 en donde nos narra las extrañas historias del culto de esa isla de esclavos traídos de África, el culto vudú, que a los ojos fantásticos de Seabrook, involucraba canibalismo, ocultismo y necromancia, es así que este libro pasa a ser en Norteamérica un rotundo éxito por el morbo del ciudadano, pasando el libro poco después a ser el guión de la película de Victor Halperin “White Zombie” de 1932, en donde Bela Lugosi interpreta a un rico terrateniente de Haití que controla un ejercito de zombis los cuales usara para lograr sus más sucios fines principalmente separar a la pareja sentimental protagonista del filme.
Como se puede ver ahí, el zombie es un monstruo utilizado meramente de pretexto para contar una historia de romance con toque góticos aun así el zombi queda grabado en la imaginación colectiva como un monstruo individual, esclavo reanimado títere de un brujo o hechicero reflejándonos nuestro desconocimiento y racismo auspiciado por una seudo antropología hacia la religiones y cultos de los pueblos negros. Durante las décadas posteriores hasta mediados de lo sesenta el zombi fue acogido principalmente por el genero de ciencia ficción aunque se siguieron produciendo relatos y películas con temática de brujos y hechicería vudú, estas historias compartían espacio en “Las Pulp Magazines” en donde las historias acerca de zombis tenia poco que ver con Haití, el hechicero era sustituido por un científico loco y de vez en cuando, detrás de la resurrección del cadáver tenia que ver con lo siniestros planes de invasión de una raza extraterrestre.
El cine tenia el ejemplo de la genial “Los Invasores de Ultra-cuerpos” de Don Siegel de 1954 en donde ya se planteaba la idea del zombi no como títere individual de algún villano sino como una masa malvada y sin identidad, al igual que en la película de la productora Hammer “La Plaga Zombie” de 1964 que nos cuenta de la resurrección de los muertos en la época victoriana.
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